Los Dragones, animales legendarios que han fascinado al hombre durante siglos, presentes en mitos y leyendas de diferentes culturas alrededor del mundo, pudieron haber existido. Un descubrimiento casual, en una cueva en los Montes Carpatos, en Rumania, sorprendio al mundo, las leyendas resultaron verdaderas.
Especialistas del Museo de Historia Natural de Londres, lidereados por el Dr. Peter Horgarth, acudieron a Rumania despues del hallazgo, intentando descartar un fraude; lo que encontraron fue estremecedor. Un animal nunca antes visto fue rescatado de su lecho, junto con cadaveres humanos con evidencias de carbonización. Anatómicamente, esta criatura posee seis extremidades: cuatro patas y dos alas. Las bacterias presentes en su estomago, producian hidrogeno (14 veces más ligero que el aire), el cual era transportado hacia dos camaras almacenadoras que aligeraban su peso y permitian el vuelo.
Otro misterio por resolver era el fuego. ¿Como podía este animal escupir fuego?. La respuesta se encotró en su boca. El mismo hidrógeno presente en su cuerpo servía como combustible, sin embargo, era necesaria una reacción. La hipótesis propuesta indica la presencia de un catalizador: el platino; el cuál era obtenido de rocas sedimentarias y que el dragón alojaba en su boca. Dicho metal actuaba como detonante, produciendo una chispa que reaccionaba con el hidrógeno.
Otro hallazgo importante fué el craneo de un Tyrannosaurus rex, con evidencias de carbonización y heridas de garras en la parte superior, lo cual indicaba, según el Dr. Peter Horgarth, un ataque directo, probablemente de un dragón . Estos animales pudieron haber sobrevivido el evento K/T.
Es un hecho que el hombre coexistio con los dragones y los combatió, los obligó a migrar a las montañas y a los lugares más aislados, esto obligó a los dragones a buscar alimento entre el ganado de las poblaciones cercanas, lo que ahorilló al hombre a cazarlo. Es muy probable que el hombre pudo causar la extinción de estos imponentes animales.
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